domingo, 26 de mayo de 2013

ARQUEOLOGÍA SIMBÓLICA BAJO LA PINTURA

El Palacio Canals fue proyectada por el arquitecto británico Herbert Boyd Walker para vivienda particular de Juan Canals en 1888. Juan Canals vino a Rosario desde Barcelona a los 21 años de edad y se relacionó con la élite industrial y terrateniente local fundó el Banco Sindical y proyectó junto a este arquitecto los edificios más emblemáticos de la ciudad. La crisis económica durante el Gobierno de Juarez Celman no le permitió terminar el edificio de los Tribunales Provinciales y se vio obligado a cederlo al gobierno al igual que su casa para pagar deudas. En 1902 se instaló en su casa el Palacio de la Higiene y luego fue la Asistencia Pública. En su ejecución participó una mano de obra experta tanto para la ejecución de una rica ornamentación simbólica en mampostería revestida de símil piedra como para el trabajo en madera y herrería para las aberturas. Hoy en dia no quedan vestigios de esa mano de obra experta puesto que han desaparecido las exquisitas rejas de su entorno, las majestuosas aberturas de madera y la ornamentación ha quedado desdibujada y deteriorada bajo siete capas de pintura dada por manos extremadamente insensibles. En una tarea casi arqueológica de despeje de las sucesivas capas de pintura fueron apareciendo elementos ornamentales de gran valor simbólico como blasones con la flor de lis, dragones que custodian el cuerno de la abundancia, águilas reales y palomas que portan uvas en un remate en forma de triángulo cuasi celestial. Los laberintos de cintas que enmarcan las ventanas se habían transformado en planos rígidos y los capiteles de delicadas hojas de acanto en bultos informes. Habrá sido el afán higienista que supone todo más pulcro tras una capa de pintura, la creciente insensibilidad hacia el simbolismo, el excesivo valor de la simplificación minimalista, la falta de recursos o simplemente la ignorancia lo que convirtió a este edificio originalmente majestuoso en uno más de los que ni se miran en la ciudad.

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