martes, 24 de enero de 2012

DONCELLA, SIRENA O MAGNA MATER

La figura femenina es representada en sus tres aspectos alegóricos: como sirena, lamia o ser monstruoso que encanta, divierte y aleja de la evolución; como magna mater, agua, patria, ciudad, naturaleza; y como doncella desconocida, amada y musa inspiradora. Como imagen arquetípica la mujer es compleja. En sus aspectos superiores, como Sofía y María es personificación de la ciencia y la suprema virtud. En sus aspectos inferiores, como Eva y Elena aparece instintiva y sentimental. Como ejemplo, el mito de “Leda y el Cisne” fue profusamente representado a lo largo de la historia del arte. Relata que Leda, la bella esposa del rey de Esparta Tindáreo, caminaba cierto día junto al río Eurotas y vio que un cisne era atacado por un águila. Este cisne era el Dios Zeus metamorfoseado que finge el ataque para atraer a Leda a quien deseaba. Ella lo protege en su regazo y él la seduce. Esa misma noche Leda yace con su esposo y es por eso que más tarde dio a luz a dos huevos. De uno de ellos nacen Helena y Pólux, hijos de Zeus y por tanto inmortales. Del otro Cástor y Clitemnestra, hijos mortales del rey espartano. La representación de este mito sobre la fachada del “Petit Trianon”, antiguo burdel del barrio de Pichincha muestra a una seductora Leda decididamente dedicada a la erótica divina. En cambio, en el alto relieve sobre el edificio de la esquina de Paraguay y San Lorenzo es representada como una pudorosa doncella siendo seducida por el dios-cisne.

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